
Oscar Sifuentes con orden de captura por feminicidio
En el mes de julio del 2020 los familiares de Alejandrina Rosales Picón, los buscaban intensamente en la zona de los Conchucos y los pueblos del Callejón de Huaylas. El clamoroso llamado lo hizo un humilde padre de familia quien pidió que ayuden con la búsqueda de su hija que extrañamente despareció, quien dijo que el 28 de julio 2020 misteriosamente desapareció la estudiante de enfermería en Piscobamba. Al momento de su desaparición, Alejandrina vestía una falda de color azul, polo rojo y portaba una cartera.
Pasó el tiempo y las investigaciones estaban en curso y dieron con un sospechoso que era un comerciante de autopartes de esa zona identificado como Óscar Sifuentes Abrego.
El cuerpo de la víctima fue encontrado sin vida luego de 41 días en el cerro Chinchaco, ubicado en el distrito de Piscobamba, el día del crimen, el asesino habría descubierto unos mensajes de texto en el celular de la víctima y presa de los celos mató a la mujer.
Para ocultar el crimen, Oscar Sifuentes Abrego limpió la escena de su puesto de venta de autopartes y arrojó el cuerpo de Alejandrina quien luego fue hallada.
En diciembre del 2020, tras un proceso judicial y con los indicios hallado por el Ministerio Público, se logró prisión preventiva de 9 meses contra el imputado y fue enviado al Penal de Huaraz, tras ser acusado de haber asesinado a Alejandrina.
En aquel entonces y según la investigación realizada por el fiscal Vitmer Niger Lázaro Atusparia, fiscal provincial provisional en lo penal de la Fiscalía Provincial Penal de Mariscal Luzuriaga, señaló que el caso se remontaba al 26 de julio del 2020, luego de que Alejandrina Esperanza Rosales Picón (22), recibiera una llamada de Oscar Sifuentes Abrego, con quien mantenía una relación clandestina.
Dicha llamada fue mal colgada por la víctima y permitió escuchar al presunto asesino que Alejandrina Esperanza, estaba en su habitación con otro hombre, quien sería su enamorado. Al escuchar todo, Óscar Sifuentes Abrego, colgó y devolvió la llamada para reclamarle airadamente, al punto de llegar a amenazarla.
Dos días después, la mañana del 28 de julio del 2020, la víctima y el presunto asesino se habrían encontrado en la tienda del comerciante ubicada en el distrito de Piscobamba, donde el presunto feminicida le habría reclamado por la relación que mantenía con su enamorado, hasta acabar con su vida de un certero golpe en la cabeza; luego habría tratado de ocultar el cuerpo arrojándolo al cerro Chinchanco y limpiando el colchón y la frazada de dicha habitación, pero las manchas de sangre fueron descubiertas gracias a peritos especializados.
Alejandrina Esperanza Rosales Picón y Óscar Sifuentes Abrego, se conocían desde el 2016, cuando ambos asistían a la iglesia evangélica Dios del Perú; según testigos, desde esa fecha mantenían una relación clandestina, puesto que el presunto asesino era casado.
El 23 de diciembre del 2020 el juez de paz letrado del Juzgado de Investigación Preparatoria de Mariscal Luzuriaga, de la Corte Superior de Justicia de Áncash, aceptó los graves y fundados elementos de convicción presentados por el fiscal Vitmer Niger Lázaro Atusparia, y decidió enviarlo nueve meses al penal. Cumplido el plazo de la prisión preventiva en octubre del 2021 el investigado ya andaba libre por exceso de carcelería.
En la actualidad y tras 2 años de investigación, la tenacidad del fiscal provincial de Mariscal Luzuriaga (Piscobamba) Vitmer Niger Lázaro Atusparia, logró que se condene a 20 años de cárcel a Oscar Sifuentes Abrego (35) asesino de Alejandrina Esperanza Rosales Picón (22), víctima de feminicidio el 28 de julio del año 2020.
Hoy la población de Piscobamba exige inmediata captura del feminicida quien se encuentra como no habido. (Arnaldo Mejía Bojórquez)